lunes, 13 de abril de 2009

TECLA, LA DIOSA DE MARFIL




Una semana. En siete días ha impregnado la casa de abundancia, ha cubierto las paredes hasta el techo con su espacio de agosto transparente. Brillante como un río al mediodía, alegre como vaho desbocado. Siempre contenta, su cola bailarina domina el mundo, silba canciones, abre estrellas en las ventanas cerradas, no guarda rencor ni resentimiento hacia su oscuro pasado.
Tecla transforma la miseria en frescura, su vigor arrastra una corriente infatigable de auroras encendidas.
Amiga de todos, saluda de frente a hombres y mujeres sin importar su linaje, ya sean pordioseros o elegantes caballeros con cartera, a los niños, a los árboles, a los coches, acompaña a los ciclistas con este esplendor cristalino. Decidida y valiente, ebria de vida. Infatigable y tierna por mitades. Así es Tecla.


TECLA Y SU AMIGO



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