domingo, 24 de agosto de 2014

4 DE JULIO. DIA EN QUE MURIÓ SOLID


Tu mirada profunda se tornó en ausencia y una luz de infinito rodeaba tu cuerpo. Yo estuve a tu lado, rota, sedienta, nocturna, amarrada a tu espacio, trenzada a tu pena, envuelta en desdicha, temblando contigo, triste y taciturna por el sabor turbio del último abrazo.

Quise gritar tu nombre, pero ya no estabas. Retrocedí unos pasos, anduve hasta la puerta y regresé a besarte mil veces y fueron pocas para tanto duelo.
Te susurré mis lágrimas y había soledad en tu aliento.

Me angustia tu muerte, tu silencio.  Me estremece no verte ovillado a los pies de la cama.
Tu jadeo cansado, tu fatiga de estos últimos días vino a detenernos.
Ante mi impotencia desenredo recuerdos, aprieto caminos de brisa salvaje y escapo en un remolino obstinado de adioses negros.


Solid ya no está, se ha ido al lugar donde calla el lamento. Huyó su latido y sin dolor apenas cerró sus ojos y se alejó despacio, sin detenerse.




SABOREANDO UN HUESO

No hay comentarios:

Publicar un comentario