viernes, 8 de febrero de 2013

CARNAVAL


 Fuimos de mañana a quemar derrotas,  verdugos de  ausencia magra.
No busco nada, solo ha de arder el pasado que me encuentra, sacudir las cenizas y arrojarme al mañana.
Para que el cielo estalle en mi pecho, he de enterrarlo todo, no quiero mas dolor en la sangre, ni mas lágrimas.
                                                                                                    
En lo profundo de un armario oscuro, en un piso deshabitado, sacamos unos sombreros, unas mascaras divertidas y algunos disfraces. ¡Vamos a desmadrarnos un buen rato!

El viento huracanado hace temblar el parque. Tierra, hierba y frío se empapan de rocío, verde y pardo, ocres, resinas, todo esta calado.
 La música, la voz del cielo, se extiende desde las nubes altas.
Somos nosotros, son los amigos que se acercan galopando. Atraviesan la vergüenza y se ensortijan entre el silbido del aire para, después, soltarse en el instante en que estamos respirando.
 ¡Que pacientes nuestros perros!

¡Es hora de disfrazarnos! 







       












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