viernes, 27 de noviembre de 2009

NAVIDAD


El invierno sacude su melena oscura; empieza agitando las olas marinas, espesa el horizonte, resbala hacia la arena firme, descalza el suelo y sigue peinando niebla y viento. Acumula nieve en las montañas, desnuda los bosques y los prados, para pintar su rostro de ocres fuego.

En  el hogar esta la mesa repleta de manjares, esplendida y solemne. A la pequeña Alba se le caen siempre pedazos de comida, del tenedor al suelo, lo hace aposta porque quiere camelarse a los perros, y ellos, bribones desde antiguo, le aplauden el gesto sin dejar apenas que nada ensucie el piso, son un fenómeno tomando al aire los bocados ricos, los rabos como molinos al viento y la mirada concentrada en este punto justo por donde esperan que caerá la golosina.
-         Nena, no des nada a los perros
Su rostro expresa sorpresa y dice inocente pero con mirada combativa
-          Se me ha resbalado
En la estufa de casa nos congregamos todos, hijos, nietos, perros y gatos.
Fuera, en las calles gastadas, el sol agarra por la cintura un anillo de nubarrones oscuros y les besa los labios.














2 comentarios:

  1. Hola Assumpció. Per fi he visitat perros y gatos!!! No has publicat ma i cap llibre? Perque escrius molt bé en castellà i poca gent té la capacitat d'escriure tant i bé en forma de poema. Un admirador de la pàgina.

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