No pueden resistirse a entrar en el agua.
Aquí impera la hermosa voz de la abundancia, la dulce compañía de las horas largas, el esplendor del juego repetido.
La cabellera azul del agua mansa toma sus cuerpos, les abraza, mece sus mangas en la espuma blanca. El cielo se ondula con un rizo ancho. Un frío sol de enero se desliza con ellos, se sumerge y nada a su lado.
Tecla, la sirena pálida, sacude su pelambre con infinita gracia, pero el salitre la cubre y el frío late. La arena la envuelve y será su toalla, corre, se revuelca, gira, voltea, se reboza. Y fresca como el día humilde, se prepara para llenar nuestra casa de costa mediterranea.
Germina a nuestro paso una alfombra verde, una campiña de frutas y semillas. Abren sus pétalos las flores. Es la vida, la vida generosa, la vida en su hermosura. La vida.. nuestra vida
Felicito tu amor por los animales. Yo tengo dos perros y es lo mejor que me ha dado la vida, la pena que ya son viejos y me dan pena de perderlos. Te felicito por tu gran labor en el blog. Gracias al concurso he podido descubrir un espacio tan bonito como el tuyo. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Jesús!!! Hasta ahora no había visto tu comentario. Mas vale tarde que nunca jeje
EliminarAcuchones a tus ancianitos y un abrazo para ti