Hera dejó este pueblo en el olvido y se extendió en la noche azul y tenebrosa como arena en la fresca cabellera de la lluvia.
Todo se ha hundido en el tiempo, todo se ha roto, no hay nada, solo su nido y el vientre terrible de la desventura, este que inclemente nos tritura.
Sigo buscandola por si regresa de tan lejos, por si el destino se desboca y viene a regresarla en nuestras vidas.
Sigo buscandola por si regresa de tan lejos, por si el destino se desboca y viene a regresarla en nuestras vidas.
Porque sobre la tierra abandonada las flores se abren nuevas y las frutas están llenas de semillas, y quiero andar la hierba y arañarla hasta que gima el suelo y se duplique y se abra pariendo primaveras, y en este fuego de vida, en este milagro repetido, su rostro aparezca y pueda acariciarla con mis manos otra vez por siempre.
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